Intentaré adivinar si es que en el equipo de Luis Munguía ya se hizo el análisis necesario, consciente y suficiente para fijar la correcta directriz de su nuevo gobierno, lo que significa que ante una idea clara de lo que se tiene qué hacer, pues se alcanzarían los objetivos planteados, de lo contrario valdrán madres nuevamente como los currículums de todos los presentados ayer al gabinete. Y aunque jamás supe que dentro del equipo del nuevo alcalde hubiese disciplina, un liderazgo real con ideas claras y estrategias visiblemente eficaces, no quisiera pensar que el triunfo del verde en la pasada elección no fue más que una combinación de chiripa con descontento colectivo con los otros candidatos. No era difícil de notar el odio hacia todo lo que oliera a Michel por el mal gobierno que lideró y representó; tampoco era difícil ver que en Vallarta se castigó a Movimiento Ciudadano por la necedad de colocar nuevamente a Ramón “El Mochilas” Guerrero en la boleta cuando todas las encuestas, incluso las falsas y de tres pesos evidenciaban los puntos negativos que el ex alcalde cargaba al inicio de las campañas, tiro catado y tiro perdido aún antes de empezar.
Digamos entonces que fue un triunfo de chiripa, y es que era claro que no había ni pies ni cabeza dentro de la campaña de Luis Munguía, obviando también el sobrepeso de estrategias “malaleche” que los acompañantes e Munguía fueron aprendiendo a través de muchos años de haber sido apaleados políticamente, y es que habrá que hacer énfasis en ello, todos los acompañantes de Luis Munguía, a excepción de los Bravo habían sido apabullados en donde quiera que se pararon a enfrentar una elección. Andrés González Palomera perdió una elección interna y una constitucional por la presidencia del municipio, Paco Sánchez sufrió la misma, Juan Carlos Peralta fue rescatado de la ignominia que le provocó perder con “el Archie” la elección contra El Mochilas cuando tuvo toda la maquinaria del PRI para operar libremente y ganar sin problema, Ramón Chávez jamás ganó ni como motivador de mini audiencias, Don Chonito ahora le compra pan al Soriana para revenderlo al triple, Vicente Aguilar que llegó a cuidar la naturaleza de la deuda que tiene Luis Munguía con él y que se cobrará con intereses, Laurel Carillo que no ganó nada con Morena y terminó desterrada y avergonzada, Víctor Bernal que salió huyendo y hablando mal de Movimiento Ciudadano que nunca lo quiso por melolengo y terminó mordiendo la mano que le mató el hambre durante muchos años, Rodo Domínguez, Misael López, Jorge Durán y un par más que también huyeron por falta de oportunidades en Movimiento Ciudadano, en fin, ningún político o funcionario de reconocida trayectoria ha llegado a acompañar a Luis Munguía en su nueva tarea. Hoy nuevamente el chofer del alcalde se convierte en el personaje encargado de recoger la basura en el municipio, se le avisa para que no se queje.
Como decía ayer, el reto parece más simple de lo que será y los pasos deberán ser claros, firmes, bien dados.
Primero averiguarán qué les dejaron en el cajón para poder sacar el año, es decir que Luis Munguía necesitará liquidez financiera para enfrentar los aguinaldos, los finiquitos de los nuevos despedidos, el gasto del rediseño de la oficina, los viáticos, las cremas humectantes y todo lo que se necesita para mantener un cutis terso para las fotos, sin olvidar entonces los compromisos hechos primero por los Michel y luego por los más de 12 años que duró la campaña de Munguía y en la que se comprometió a pagar, a hacer y a no hacer, y donde gastó lana que todavía algunos están esperando que reporte de regreso, por lo que deduzco que no habrá dinero que alcance primero para las prioridades de Luis y obviamente no habrá para las prioridades de los vallartenses. Entonces hay que esperar hasta el próximo año para saber qué quedó.
Por lo pronto, UN CRÉDITO!!!
Se estarán sacando las cuentas (espero) respecto a cuánto dinero hace falta en el cajón, considerando que el Profe se clavó todo lo que pudo porque no hay obras que alcancen, de hecho no hay ninguna obra para justificar el desfalco a las arcas municipales durante tres años.
Sigo sin creer que Luis Ernesto Munguía González se vaya a comer todo el pastel de culpa él solo para eructar como cómplice de la familia Michel y del melolengo de Pepe Martínez que ya está buscando un lugar para dónde huir. Si no me entiende le explico, el presidente municipal entrante tiene la responsabilidad de firmar de recibido lo que sea que le hayan dejado, eso incluye las cuentas del dinero, la flotilla de vehículos, los muebles de la oficina y las deudas también, este señor Munguía tiene un lapso de tiempo para analizarlo y denunciar cualquier anomalía, faltante u omisión en el trámite, de no hacerlo, el alcalde nuevo aceptaría el nuevo gobierno como si nada hubiera pasado, convirtiéndose en cómplice del pasado gobierno de Luis Michel, entonces si Luis Munguía encuentra algo mal al recibir su administración tendrá que denunciar públicamente y lavarse las manos e iniciar un proceso judicial para defender a los vallartenses y protegerse el pellejo, no sin antes solicitar autorización a Morena Nacional para manosear a un político salido de ese partido y ensuciar más la imagen del pendejo del Profe, por eso digo que no creo que Luis Munguía y el partido Verde se la vayan a comer completa. Veremos.
Muchos me ha preguntado cómo veo al nuevo gobierno y la respuesta es simple, muchas fotos de Luis, mucho apapacho a la raza como una continuación de la eterna campaña política de Munguía, y es que no se les olvide que él ya no estará pensando en su administración, sino en la posibilidad de abusar del poder para hacer una campaña que le garantice la reelección en Vallarta y le abra una posibilidad quizás de algún día aspirar a ser candidato a Gobernador del estado. Si le parece absurda la historia, se parece mucho a la d Héctor Santana en Bahía de Banderas, pura foto, saliva y apapacho, el gobierno puede esperar porque en Bahía y en Vallarta la prioridad es la buena imagen de sus alcaldes sin importar la altura de su CI.
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