Se veía feliz. Con sonrisa de lado a lado de sus mejillas. Aparentemente parecía un conductor del servicio de limpia, de las nuevas unidades recolectoras de basura que el renaciente ayuntamiento presumió en un acto de prensa, para mostrar a los vallartenses las nuevas unidades, que puso a trabajar la empresa neolonesa ganadora de la licitación de la concesión del servicio de limpia.
El “trabajador” que conducía el camión recolector de la basura, iba como niño con zapatos nuevos, contento repartía saludos a su paso por la Avenida las Torres y otros rumbos de la ciudad.
Quien conducía la unidad era ni más ni menos que el alcalde vallartense Luis Ernesto Munguia González, con una sonrisa de “renacido” que no podía con ella.
Y razones tenía Luis Ernesto en su felicidad, por fin uno de los mayores problemas de Puerto Vallarta, el servicio de limpia, se estaba solucionando, y quedarían atrás los cerros de basura en las esquinas, motivo de quejas continuas vecinales y empresarios.
Por eso y muchas razones más por las que el “nuevo” trabajador de limpia era un hombre feliz detrás del volante del camión de la basura.
Seguramente el alcalde pasará una navidad feliz, y como no, encontró la solución al gran problema que laceró feamente, la de por sí estropeada imagen de Morena, como un gobierno incapaz de solucionar los problemas de Puerto Vallarta y Luis Ernesto y su ayuntamiento terminaron con la pesadilla al darle sentido social a su gobierno, con las acciones que emprendieron para solucionar el problema con la aprobación de la concesión del servicio de limpia.
Así que !salud!, por la celebración de la solución del problema más caliente que padecía Puerto Vallarta y por las fiestas navideñas, sin basura en las esquinas salvó los días de Navidad y Año Nuevo, aunque el servicio se regularizará poco a poco.
A VER, A VER, CÓMO ESTÁ ESO DE QUE SE RECOGERÁ LA BASURA CADA TERCER DIA
Señala el director de la compañía de la basura, que la recolección será cada tercer día con dos jornadas fuera de la zona del centro, y ahí será a diario con doble jornada. Usted dirá y con toda la razón, entonces cuál es el beneficio de la contratación de ese servicio, si por su casa pasará el camión recolector cada tercer día. La ciudadanía tiene la obligación de cambiar, de abrirse a nuevas formas de vida, y una de ellas es la recolección de la basura.
En Puerto Vallarta la gente está acostumbrada a sacarla diariamente, y el que venga una nueva forma de recolección, primero tiene que ser socializada, no nada más decir cada tercer día y ya. Y es que ya lo verán como va a haber muchas confusiones si no se “educa” primero a la gente a que tiene que sacarla determinados días, y entonces sí, a darle que es mole de olla y ver otro problema.
Una vez que se supere esto, lo que sigue es una bronca no menos importante: los pepenadores. De nada va a servir que haya un pulcro servicio de recolección de la basura si no les “amarran” las manos a los pepenadores. Cierto las nuevas rutas tendrán una hora de pasar por los domicilios y puede no darles tiempo los pepenadores que abran las bolsas, pero eso es en teoría, la realidad es que puede sufrir retrasos el servicio y hasta cancelación, con lo que la basura quedaría en la calle, aunque con el nuevo servicio sería muy poco probable que eso sucediera.
Se ha visto que vecinos abusivos y maleducados tiran de todo a la basura, bueno, hasta colchones. En días pasados pude observar como en una colonia tiraron un colchón y llegó un pepenador que lo desbarató para sacarle el fierro y dejó un cochinero. No recogió el material que sacó y aquello fue de pronóstico, basura por días ya que los trabajadores recogen las bolsas de la basura y de los depósitos, se imagina que se pusieran a recoger todo lo que queda regado, nunca acabarían su recorrido.
El reguero que dejan los pepenadores y los perros que ya se la saben y abren las bolsas para hurgar en su interior, queda ahí y los vecinos tienen que recogerlo. Son puntos que tienen que tener en cuenta los funcionarios para que la gente vaya agarrando la onda y sobre todo que las huestes de Desarrollo Social, promuevan los días y hora en que pasara el camión recolector.
De lo que se quejan otros vecinos, es de que nada más escogen su casa de “centro de acopio de basura” y por nada del mundo dejan de tirarla en el lugar, dejando malos olores e infecciones.
El ayuntamiento hará lo suyo, pero también la gente tiene que cooperar, para ver resultados. Por lo pronto un nuevo servicio de recolección de basura que vendrá a acabar con los cerros de basura.
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