A la alcaldesa de Bahía de Banderas se le desmorona su gobierno, en sus manos, en su cara, a la vista de todos, dejó de ser chistoso incluso para mi. La actitud soberbia y altanera de la alcaldesa Mirtha Villalvazo le ha cobrado las primeras facturas con un par de procedimientos jurídicos y judiciales relacionadas con su autoritarismo, su imprudencia, las amenazas con las que pretende convencer cuando se llena de ansiedad y furia por la desesperación de su ineficacia, contaminada con un poder que no es suyo y nublada por la vanidad; no por el servicio público. Primero perdió a su gente, a quienes la acompañaron durante la dificil campaña que enfrentó, al ser electa, se olvidó de quienes la ayudaron y les dio la espalda, luego perdió a quienes se le acercaron con la intención de fortalecerla, se sintió muy “chingona”, como dice ella y terminó sola. Sin embargo, la alcaldesa corrió ella misma el rumor de una supuesta relación con un sujeto de nombre César Aguirre, que se supone que le ayudaría por su “amplia” experiencia y de quien habló publicamente para desmarcarlo de la gestión de la alcaldía y justificar su “ausencia” con que el oaxaqueño tiene muchos “negocios” fuera del país, pero sucedió lo contrario, “El César” estuvo siempre atrás de la “Cleopatra” badebadense, tomando decisiones y llevando la imagen de Mirtha a la pinche basura, y es que el melolengo este es quien seguramente le habla al oido a la presidente y la responsabiliza de la pendejada.
Con denuncias por amenazas, lesiones, autoritarismo y quién sabe qué más, Mirtha tiene un gobierno sin pies ni cabeza, como nunca se había visto en Bahía de Banderas, ni siquiera por los alcaldes que la antecedieron y que parece que se le cayeron a la partera. Sin regidores, sin síndico, sin tesorero, sin secretario, sin el encargado de las propinas, sin los medios , sin el gobernador y ahora sin su contralor, Mirtha está en la lona, servida para ser despachada por el gobernador, quien planea desde hace meses la destitución de Mirtha, pero, al parecer estarán esperando a que se cumpla el año del ejercicio para evitar convocar a nuevas elecciones en Bahía de Banderas, por lo que aún faltan unos meses de descadencia en el gobierno de Mirtha para recopilar datos, indicios y pruebas que sirvan para deshacerse de la alcaldesa. A mi no me hagan caso, al final, como dice Mirtha, yo soy puro chisme.
César Aguirre se irá, pero Mirtha, al parecer seguirá viviendo en El Tigre y paseándose en lo oscuro dentro de un municipio al que resquebrajó con su actitud, porque se le olvidó que se le debe al pueblo y no al amor, a la vanidad y al populismo propio. Alcalde solo se es tres años, ciudadano inconforme y resentido es para toda la vida, le zumbarán los oidos durante mucho tiempo.
El poder es peligroso, convierte al grosero en violento, al tonto en pendejo, al gandalla en prepotente y al populista en un tirano, sin embargo, desde el lado contrario de mi argumento, las personas buenas suelen mejorar su imagen con el buen uso del poder, pero por fortuna, para la suerte de nuestra diversión y del futuro de Bahía de Banderas y de Puerto Vallarta, el caso del alcalde Michel y de la alcaldesa Mirtha es el primero de los dos supuestos. Si no le entiende a esto, le explico que por fortuna salieron más malos de lo que esperábamos y solo habrá que aguantarlos dos años y medio más para que dejen una mancha en la historia de sus pueblos.
Seguro estoy de que usted vio, o al menos conoce la película protagonizada por Johnny Deep y dirigida por Tim Burton en 1990, llamada Edward Scissorhands o como la conocimos en México, “El Joven Manos de Tijera”, la sinópsis de la película que trata, según la sinópsis, de un inventor que vive en un castillo y crea a Edward, el protagonista que es un hombre artificiial, así como Frankenstein. Sin embargo, el inventor muere antes de terminar su proyecto y deja a Edward con cuchillas en sus brazos en lugar de manos. Después de la muerte de su creador, Edward vive en la oscuridad hasta que conoce a Peg, una señora que se lo lleva a su casa, allí empieza el fundamento de mi analogía con Mirtha, la alcaldesa de Bahía de Banderas.
Los científicos locos serían esos políticos de Puebla, de Oaxaca y algunos líderes de Morena (venidos del PRI, obvio), quienes crearon a un monstruo que se creyó inmortal, invencible, pero que al final terminó pareciéndose más al joven manos de tijera, torpe, con el autoestima en el suelo y con unas manos que desmadran todo lo que tocan, así como Mirtha. Las cicatrices en la cara son la evidencia que se hace daño a sí misma, que no ha aprendido de su capacidad diferente y continúa sintiéndose en desventaja, por lo que, en lugar de aprender, se agudiza el problema.
Lo sucedido ayer no es cosa menor, la denuncia pública en medios y de manera judicial en la fiscalía por parte de Martín García, el contralor del ayuntamiento de Bahía de Banderas y quien fuera de confianza de Mirtha, no se quedará allí, y es que amenazar a una persona no es poca cosa, sobretodo si eres la presidente y cuando, en contra de su voluntad, lo encerraste y sometiste a tortura emocional para obligarlo a hacer cosas que no son correctas y que no son de su voluntad. César Aguirre estuvo allí, Elliot Gómez fue cómplice también, Mirtha y algunos otros personajes sometieron a un hombre en contra de su voluntad para espantarle el sueño y perturbar la vida de una familia que está ajena completamente, primero a las intenciones del Oaxaqueño, de la alcaldesa y del lamedestas de Elliot Gómez, y segundo, que no tienen la culpa de que a Mirtha, por hacerle caso a César y a Elliot, pues no le salga ni madres.
Mirtha todavía tiene oportunidad de redefinirse, de optar por el diálogo y la suma de voluntades, pero, de seguir con esa actitud, con esa estrategia y esas compañías, pronto caerá, pronto perderá todo eso que tanto trabajo le costó construir para ser alcaldesa.
Mañana tocaré el tema de las fiestitas, de cómo los políticos de Morena se han olvidado del desarrollo de sus pueblos y han optado por las fiestas, las ferias y la distracción para tenerlos contentos aunque sea un ratito. Allí también están involucrados Elliot, César y algunos jóvenes de apellido Cervantes, aguas.
Por cierto que fue un error grave salir a celebrar la adquisición de camiones por parte de GIRRSA a quien el ayuntamiento le paga y mucho, por recoger la basura del municipio, esa adquisición fue chafa y aplaudida por quien paga las cuentas, así que no debería de haber alegría, sino la satisfacción de haber, allí sí, impuesto por sus huevos que GIRRSA cumpla con su contrato. Excepto que suceda lo que sucedía en las anteriores administraciones en las que el alcalde llavaba mano de las “cuotas”.
Mirtha ha desilucionado a su pueblo, al grado de haber perdido la cabeza y no poder sostener una conversación inteligente sin enojarse y mentar madres. El café será divertido.
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