Las redes sociales de El Profe Michel están plagadas de su ansiedad recalcitrante por aparentar ser un buen hombre, entrega despensas, va a la iglesia, abraza a sus hijos y manosea niños (ya hablaremos de eso después), sin embargo, la realidad en la calle es otra y hablando de calles, hace unos días visitó la colonia Del Mar en donde lloró mientras en su discurso pedorro decía que él venía desde abajo y que no se olvidaría de su gente, lo que ocurrió fue que su aparente enfermedad de la memoria le hizo una mala jugada e inmediatamente después de eso se le olvidó que les prometió que les arreglaría las calles, o quizás sus trabajadores ya se dieron cuenta de que su jefe es un pendejo que no las cacha y todos decidieron mejor irse a chingar unos tacos mientras les llama El Chato para chingarse unas refacciones o el Chuy para chingarse la gasolina.
En todas las conspiraciones existe uno malo, uno pendejo y uno que le juega a ser bueno, en el caso de esta historia y de muchas más que he registrado a mi me toca ser el bueno, primero porque al pendejo hay que decirle que es pendejo y motivarlo a que siga el camino que hemos limpiado e iluminado para él, esperando a que continúe por el buen camino, sin embargo el alcaldito gusta de meter la pata cada quince minutos y se supera.
Me desvié.
Les decía que el alcaldito es un presidente basura porque así trata a sus empleados, que no son sus empleados porque los pagamos nosotros, él solo los administra, los usa y los olvida, tal y como le sucedió a Palomares, mejor conocido como “Chicken Little” por su parecido con el pollito de la película, este señor tiene más de 50 años, tiene un chingo de años trabajando en la recolección de la basura y el día de ayer tuvo un accidente por una negligencia provocada por Chon Calleja, el Profe y el hijo. Aquí les pego la razón y otras cosas.
Como ya saben, el gasto (que no inversión) que hizo esta administración en su primer año es histórico en cuanto a gasolina, refacciones y renta de maquinaria, pero, aquí está el problema, nadie sabe a dónde se fue todo ese dinero (bueno, sí sabemos, empieza con “C” y termina con “uyín”), les decía que los camiones y las patrullas se quedan sin gasolina, las refacciones nunca llegan y por eso no vemos los vehículos del ayuntamiento funcionando correctamente, hace unos días un camión se quedó tirado en mi colonia y adivinen qué pasó con la chingada basura. Bueno, el punto de Palomares que aparte de tener mala suerte, pues necesita el trabajo y como todos los trabajadores de recolección de basura está comprometido y sacará la chamba sin importar lo que pase.
Pues dicen que los chicotes de las camionetas recolectoras no se han comprado, se reventaron hace meses, cuestan una lanita mísera pero no se han cambiado, al parecer se compraron pero nadie los vio nunca porque el cheque salió, el chiste es que no lo compraron y las camionetas no funcionan correctamente y aquí trataré de explicarles.
La administración pasada hizo una planta de transferencia que le ahorraría chingos de lana al ayuntamiento en el tema de llevar la basura al Gavilán, bueno, esta funciona en una loma con una especie de caída en la que se estacionan los camiones recolectores y las camionetas para vaciar todo en una compactadora que llena un trailer que se lleva todo, esto evita que cada camión recolector tenga que ir hasta el colorado cada que se le llena la caja. La neta fueron inteligentes; el problema es que cuando no se tiene el equipo adecuado o en funcionamiento debido, todo vale verga, esto fue lo que le pasó al “chiquenliro” ayer. La falta del chicota hace que la camioneta no funcione como volteo, así que después de pasar la chingada mañana recogiendo la basura del centro de la ciudad se fue a la planta de transferencia a bajar toda esa basura a mano desde una altura considerablemente “zurracalzones”, esto ya no era cosa nueva porque llevan meses haciéndolo así porque el Chon Calleja se chingó la lana de las refacciones y eso que el hipócrita falso del alcaldito fue disque a visitar la planta, mamón que me encontraré en el infierno. Me distraje de nuevo, les decía que el “chiquenliro” (traducción de Chicken Little), ayer se puso un mega madrazo, salió volando en la planta de transferencia y de inmediato los que le rinden cuentas al alcalde buscaron un saco de cal para tapar el cadáver y borrar la evidencia del accidente, sin embargo, la fortaleza del “chiquenliro” le hizo gritar por ayuda, no estaba muerto y los gritos alertaron a la colonia, por lo que no les quedó más que llamar a protección civil, y es que no llamaron al 911 para que no quedara registro, lo atendieron en el piso y lo subieron a la ambulancia, luego lo llevaron a la clínica 179 del seguro social (DEL PINCH SEGURO SOCIAL), allí lo abandonaron a su suerte, el pendejete de Gil Calleja se enteró y se hizo chiquito, no se le informó al alcalde porque no hizo nada o si le informaron, también le valió verga el trabajador. Total que cuando reaccionó el “chiquenliro” estaba abandonado en la cínica del imss y sin un pinche peso en la bolsa, por lo que tuvo que regresarse dolorido y acongojado caminando hasta la planta de transferencia para terminar el trabajo que había dejado inconcluso por el accidente y por el que le levantarían una acta administrativa por abandonar su trabajo a media jornada. Ahora bien, usted dígame si no el alcaldito es una MIERDA del tamaño del mundo, por eso le he puesto el presidente basura.
Ay no, de lo que se entera uno, bueno pues, les decía que así de cacas son con sus empleados, así que se espera que en un par de días “chiquenliro” pierda su chamba, por lo que hará falta una defensa mamalona para ir contra Gil y el alcaldito por culeros.
Por cierto que les debo la explicación de la discusión de la ley de egresos del municipio que se elevó a casi el doble para mamar en proporción.
Antes de irme les dejo un pedacito dentro, el gasto del ayuntamiento creció, no para hacer algo por el pueblo sino para funcionar, para refacciones que no se compran, para gasolina que se pierde, para máquinas que se rentan al Chuyín hijo del alcaldito, para puras pendejadas como las despensas que reparte el DIF para ganarse un lugar en el cielo, excepto para lo importante y eso es la obra pública, la luminaria, el rastro limpio, patrullas funcionando, policías comprometidos y una pomada de árnica para “el chiquenliro”, así de mal está la administración de Luis Valerio Michel Rodríguez.
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