Napoleón decía: “Si el crimen y los delitos crecen, es evidencia que la miseria va en aumento y que la sociedad está mal gobernada”. Andrés Manuel López Obrador utilizó este “dicho” en el año 2017 como una fuerte crítica a lo que creíamos que era un mal gobierno de Enrique Peña Nieto. –“Aplica”, dijo.
Si aplicamos la misma hipótesis, la realidad aplastaría toda la gestión, no sólo de Morena en la federación, sino en los estados y municipios gobernados por el partido que sentó al Peje en la silla del águila.
Hace algunos años, escuchábamos, leíamos en el periódico o nos enterábamos por medio del chisme, que en una colonia, de esas que les llaman populares, se habían robado una bicicleta, un tanque de gas o los calzones de doña Juana que tenía en el tendedero, que a fulano lo golpearon en un baile y que a una familia la robaron en la playa durante la concurrida semana santa de Puerto Vallarta.
Ayer robaron a mi vecina, le desmantelaron la casa, a mi me robaron todo lo que tenía en el frente de mi casa, mis vecinos tienen fiestas todos los días y nadie debe interrumpirles el ruido, la policía hoy da miedo porque al parecer no hay quién controle sus instintos de incluso defenderse. Los grafitis volvieron a ponerse de moda, los robos “hormiga” en los supermercados han alcanzado cifras preocupantes para los comercios, el vandalismo llegó al centro de la ciudad y no hay detenidos, la gente abusa de quien se deja, desaparecen personas todo el tiempo, hombre, mujeres e incluso perros de los que piden recompensa como si fuese un secuestro. Los casos de las desapariciones de personas son graves, nadie hace, ni dice nada al respecto porque se ha politizado la inseguridad.
En Puerto Vallarta, como en el resto del país, la delincuencia va en aumento, ocasionada por desequilibrio económico, por la ausencia de oportunidades para laborar y llevar el sustento a la casa, sacar para la droga o la caguamita.
Ayer, escuchaba a un taxista arrepentido por soñar con el cambio, se quejó del precio de la gasolina, del costo de la vida y la difícil tarea de sacar pesos para comprar comida y alimentar a una familia, se atrevió incluso a insinuar que sería mejor delinquir, porque no hay consecuencias, no se enfrente a la delincuencia como se persigue a los empresarios que son presionados para compartir sus ganancias y apoyar el gasto público que se despilfarra en estupideces, como las fiestas de mayo, las villas navideñas, los eventos de box o las fiestitas del hijo de alguien.
Las políticas públicas no tienen como prioridad el bienestar de las personas, de allí que la inseguridad sea cada vez más común y que la gente tenga cada vez más miedo a salir, a asomarse, a dejar sola su casa o permitir que los hijos salgan siquiera a la escuela.
La brumación es una especie de estado en el que entran los reptiles, similar a la hibernación en la que los animales se toman una pausa debido a las condiciones del clima que encarecen los alimentos y por ende, el animal opta por tomar una siesta, entrando en un estado en el que el metabolismo casi se detiene hasta esperar la temporada de caza, de pesca, de cosecha, de activarse para poder alimentarse.
En ese estado se encuentra el equipo del Profe Michel, hibernando, sin chiste, sin hacer movimientos, ocupando un espacio y consumiendo sus energías sin hacer nada. Eso ha ocasionado, primero que la promoción del turismo ahuyente al visitante, que los servicios públicos evidencien que para el gobierno actual no es una prioridad que el vallartense tenga sus calles iluminadas, limpias y dignas, en cultura y ano hay cultura, en deportes se desvía la lana para unos cuantos que tienen antecedentes de ser trácalas y no decentes, en tránsito los elementos no tienen apoyo y al parecer hacen de las suyas para aumentar sus ingresos, lo mismo en la policía, no actúan, no reaccionan, no pueden operar en las condiciones en que el gobierno morenista de Vallarta los tienen.
El gobierno del profe está catatónico, sin funcionalidad neuronal, mucho menos motora. Nadie levanta la mano para ser eficaz y urge una limpia. Los directores no han sido diagnosticados, no han sido presionados para dar resultados, se indujeron el coma desde que les dijeron que habría veda electoral y se les hizo fácil continuar con la hibernación.
El tesorero no ha mostrado resultados en la transparencia de los recursos, al parecer la bolsa tiene un hoyo y nada alcanza, nada se recauda y por tal motivo, nada se transparenta; de sus credenciales, ni hablamos.
Hace un par de días, me eché un clavado a la página de internet del ayuntamiento michelista con el objetivo de entender un poco de lo mucho que al parecer pasa, no he visto movimientos positivos en los medios, ni siquiera a los que se les paga con nóminas prestadas, tampoco por los que piden 300,000 mensuales para publicar boletines que ni existen. La página oficial está en blanco, en el mismo estado catatónico en el que se encuentran los directores del gobiernito. No se han publicado las gacetas que le dan legitimidad a todos los movimientos del alcalde y sus regidores, los contratos no se han subido para ver a quién le rentan los camiones de basura que tienen placas de Nayarit y que podrían ser de José Gómez o del papá de una regidora del Verde, quizás también de un Miche López, aún no lo sabemos porque no han complido con su obligación de transparentar la información.
Volviendo al tema, la posición presumida por el alcalde en la que supuestamente Vallarta era el municipio más seguro del estado de Jalisco, es posible que sea cierta, pero con una perspectiva distinta, porque hoy, en Vallarta seguro te roban, seguro te orinan la calle o te pintan la barda, seguro que como empresario algún funcionario pensará en extorsionarte u hostigarte para que compartas las ganancias que tanto te han costado, en Vallarta es seguro que no hallarás un policía contento o un tránsito sin sed, en Vallarta seguro tendrás que esperar a que cultura, turismo o en deportes generen proyectos para beneficiar a los chamacos. En este rancho, seguro tendrás que cuidar a tus hijos en la noche, en las calles, en el antro o en la escuela porque seguro les pasará algo. En Vallarta es seguro que no debes confiarte porque alguien abusará de ti, en este destino es seguro que el alcalde evitará a toda costa enfrentar los cuestionamientos, es seguro que alguien terminará en la cárcel por las omisiones, los desvíos, los desfalcos y la corrupción que se comparte con Jesús y no el de Nazareth.
Aquí en el Puerto es seguro que vivirás el resto del trienio pensando en cómo solucionar tus problemas financieros con la ausencia de oportunidades para desarrollarte. Hoy, gracias a Morena y sus políticas, es seguro que te estresarás todos los días tratando de resolver de la mejor manera el futuro de tus hijos. Hoy, es seguro que me volverán a robar, porque la policía no está, no tienen patrullas o no tienen gasolina.
Aquí es donde el alcalde dice que es seguro, pero él trae una decena de escoltas que crearon una burbuja segura para él. Segura estará siempre la nieta de un alcalde que obliga a una policía a recogerla en la escuela, el resto de los niños no son prioridad.
Si piensas construir, en Vallarta es seguro que te mandarán llamar después de pararte un trámite y pedirte una mochada para destrabarlo. En Vallarta es seguro que continuará desapareciendo gente todos los días, es segurísimo que el turismo sexual no será perseguido.
Y al final de todo esto, despertarás todos los días y seguro que encontrarás una declaración política que trate de convencerte de que tus ideas y tus experiencias no son razonables porque los gobernantes presumirán siempre lo que no es.
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